lunes, 9 de agosto de 2010

"El estilo es un mosaico. Cada palabra en juego tiene su lugar preciso y luminoso. Tiento a tiento, Durrel dispone sus atavíos de expresiones sensuales y extrañas en conjuntos de imaginería y sugerencias táctiles tan sutiles y retorcidas que la experiencia de la lectura se convierte en una total aprehensión sensorial. Estos párrafos están vivos bajo el tacto de la mano del lector; poseen una compleja música auditiva; y la luz parece jugar sobre la superficie de los vocablos con brillante urdimbre. 'El tintineo de los tranvías violeta' (the clicking of violet trams) es una iluminación tan completamente sensorial que pudiera haber brotado del pincel de un pintor pointilliste, una luz que se quiebra en diminutos y precisos alfileres y reagrupa los elementos de la imagen en un diseño memorable. Ningún otro escritor inglés de nuestros días ha conjugado de manera tan perfecta el lenguaje de la luz y la sonoridad."
George Steiner. "Lawrence Durrel y la novela barroca". En: Lenguaje y silencio. Ensayos sobre la literatura, el lenguaje y lo inhumano. Editorial Gedisa, Barcelona, 2003; pág. 317.

[Nota: Lo que me interesa de este parágrafo de Steiner es su insistencia en la cualidad sensorial de determinada literatura.]

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